Con su figura delgada y cristalina
la lluvia pincela de agua dulce
las melancólicas formas que imagino
alivia
alivia
el ocaso de mi cansada frente
y llueve por dentro del cuerpo.
-manantial liberado que corre
compitiendo con mi sangre-
compitiendo con mi sangre-
Siento la memoria y el consuelo.
Caminan escondiéndose
en el recinto sin fondo de mi esencia.
Una prolongada sensación
denuncia perdidos signos.
Afuera la tormenta desplaza sueños
es fiel mandato.
Caminan escondiéndose
en el recinto sin fondo de mi esencia.
Una prolongada sensación
denuncia perdidos signos.
Afuera la tormenta desplaza sueños
es fiel mandato.
Los árboles celebran con el viento
un rito fantasmal que avanza
y aúlla a mi oído lamentos perdurables
-No resisto-
y aúlla a mi oído lamentos perdurables
-No resisto-
Mi cuerpo tiene apenas una trama color nácar
que lo ampara
y conjuga gestos pálidos
sobre venas indomables.
Debajo de la piel otra tempestad estalla.
Soy prisionera en la doliente marejada
que disfraza penumbras.
Lejos está la llovizna
polvo de soledad que caía
atenuando forma y silueta de las casas.
que lo ampara
y conjuga gestos pálidos
sobre venas indomables.
Debajo de la piel otra tempestad estalla.
Soy prisionera en la doliente marejada
que disfraza penumbras.
Lejos está la llovizna
polvo de soledad que caía
atenuando forma y silueta de las casas.
No quiero sentir el látigo de lluvia
sobre notables cicatrices
tampoco la mirada indiscreta del aire
simulando ráfagas.
Mi temporal deja en libertad raíces
y dibuja filigranas de plata.
Se desgajan mis desvestidas ramas
ya no son cautivas de la rabia.
Trombones azules mienten un final cercano
Me consuela el silencio
después de las nacidas emociones.
Más allá de mí
el sol se va en puntas de pie hacia la noche.
sobre notables cicatrices
tampoco la mirada indiscreta del aire
simulando ráfagas.
Mi temporal deja en libertad raíces
y dibuja filigranas de plata.
Se desgajan mis desvestidas ramas
ya no son cautivas de la rabia.
Trombones azules mienten un final cercano
Me consuela el silencio
después de las nacidas emociones.
Más allá de mí
el sol se va en puntas de pie hacia la noche.
® Cecilia Ortiz