lunes, 13 de agosto de 2012

Buenos Aires sin subterráneos






Lo que quiere decir que el transporte público de pasajeros, que circula por el debajo de la ciudad, por esos túneles misteriosos que se pueblan de gente en todas horas y que van y vienen por debajo de todo, que por arriba sigue con su tránsito infernal, está de paro.
Han parado los servicios por reclamos salariales, han dejado a todas las personas que viajan diariamente en ellos, a que se arreglen como puedan. Todas las personas son más de 900.000 pasajeros.
Y no es que lo que obtienen por el salario esté muy bajo, como por ejemplo los jubilados que perciben algo más de mil quinientos ridículos pesos, está mucho más alto, tanto como más de seis mil peso por seis horas diarias de trabajo ”insalubre”.

Hoy estamos por el día 10, sin subterráneo.

Y hoy estamos hasta la coronilla de escuchar lo que no escuchamos, nadie se hace cargo de nada, ni de nadie.
La máxima para tener en cuenta es: no sos nada más que una persona que no tiene derecho a decir ni “mu”, cosas que las vacas sí tienen.
Y días más días menos ya nos estamos acostumbrando a no utilizar el “subte”

¿Y sin nos acostumbramos del todo?
Nunca más, esto me suena por algo, sí y si nunca más descendemos a buscar una formación subterránea de transporte público.

Sin pasajeros se acaba la rabia, digo, haciendo paralelo con el refrán y sin matar a nadie.

Sin pasajeros los túneles se convertirían en pasadizos para hacer turismo aventura. Ya es hacer turismo aventura, pero como a todo nos acostumbramos y todo queda incorporado a nuestro modo de vida, ya no nos afecta aventurarnos por esos túneles que de tanto en tanto se iluminan y van y vienen los vagones casi a punto de estallar de tanta gente que transportan.

Vuelvo de decir: Y si hacemos huelga de pasajeros?

Me imagino a los señores metrodelegados, que no sé muy bien qué son, con el diario bajo el brazo buscando trabajo, o los que conducen las formaciones de vagones, o los expenden las tarjetas o boletos o como se llamen.

Hace muchos años sucedió algo parecido, parecido no quiere decir igual y el presidente del turno , según contaba mi padre contrató personal jubilado o algo así , custodió los vagones con personal especializado o con capacidad de custodiar y adelante con los faroles, los pasajeros pudieron viajar.

Ahora no se puede hacer eso. No, los vagones están “tomados” que sería lo mismo que okupados.

Y nuestra presidente diciendo que ama su pueblo como nadie lo ha amado.

En fin, que siga el baile, la murga, los piketes, y ni se te ocurra viajar otra vez en Subte.
O hacemos huelga de pasajeros o nos siguen tomando por idiotas.

Ya sé, es super embromado viajar, lo sé. No vivo dentro de una caja, pero si no usamos nuestra fuerza ciudadana, no vamos a poder mirarnos en el espejo.

¿Hacemos historia? Dale?



© Cecilia Ortiz

Para todos mis compatriotas.
Abrazo grande